y no es la primera.
hay días en que determinados incidentes o sucesos ponen en evidencia ciertas cosas, y eso me pasó ayer con lo del fútbol.
que este país de nuestros pesares está lleno de envidiosos no es un secreto para nadie. eso que dicen en mi pueblo de yo me arranco un ojo si con eso tú te quedas ciego, es más verdad que lo de que todos hemos de morir. pero no es sólo eso. o por lo menos, va de la mano con la división radical de la sociedad en dos mitades. quizá quede una franja de gente que no está tan polarizada, pero son pocos y con poco peso.
vuelvo al fútbol. nuestros dos equipos señeros están tan enfrentados, se detestan tanto sus aficiones, que se bloquean mutuamente. incluso en competiciones europeas o mundiales, pesa el lugar que ocupa el enemigo por antonomasia.
esta baza ha ido de que el barça se desmoralizó tanto al perder con el real madrid, que no supo rehacerse ante el chelsea. y los del madrid estaban tan eufóricos por haber ganado a los culés, que se dejaron quitar el triunfo frente al bayern.
y esta es la tristísima historia política y social de nuestro país. ambos bandos ideológicos odian tanto a los contrarios que se neutralizan y ciegan toda salida, impidiendose e impidiéndonos una solución a cualquier problema.
como no quiero ser, ni soy, equidistante, no pretendo dar a entender que las dos facciones tengan la misma responsabilidad. ni de coña. unos ofenden y otros se defienden. es lo que pienso y lo que sé. al derrotado le queda una difícil papeleta, o guardar rencor y convertirse en alguien que no olvida ni aprende nada nuevo, u olvidar y dejar que el vencedor se vaya de rositas y vuelva en breve a las andadas.
no creo que haya solución a esto, como a tantas otras cosas de la vida. el mal hecho, mal hecho está. ójala no se hiciera, no hay salida después. los vencedores quieren olvido, los vencidos reparación. la tragedia humana está servida.
ah, confucio dijo:
antes de iniciar el camino de la venganza, cava dos fosas.