una se da cuenta de que se ha perdido la batalla cuando los oprimidos adoptan los supuestos de los opresores.
la buena gente está dispuesta a sacrificarse por el increíble pecado de haber vivido por encima de sus posibilidades. de esta forma, asumen bajadas de sueldo, supresión de derechos etc
con un tonillo apestoso, se refieren a prestaciones sanitarias o sociales recibidas, como si no hubiésemos sido los receptores de estas prestaciones los paganos de las mismas. si se ha hecho con nuestro dinero, no sé a qué viene tanta risita y tanto sarcasmo.
con mi dinero, hasta ahora por lo menos, yo podía hacer lo que se me venía en gana, fuera cambio de sexo u otra necesidad o capricho que me pareciera conveniente. conste que lo dice una que lleva aplicándose prácticas de austeridad toda la vida, por carácter y por convicción, pero considero el derecho de los demás a ser tan caprichoso como su situación se lo permita.
como titulo esta entrada, veo perdida la batalla cuando no se ve al personal gritando por las calles que el fracaso financiero, devenido económico y por fin social, es el único responsable, culpable y criminal, de la crisis económica que padecemos.
debería gritarse hasta la afonía que son los ladrones financieros (redundancia, ahora que lo pienso) los que tienen la pasta y que a mí no me sacan un duro hasta que no los devuelva la panda de timadores que los tienen bien arrunchaditos en sus paraísos fiscales. o eso pretendo.
no oigo los gritos ni los voy a oir porque el ministerio del interior, fiel heredero de otros que aún recuerdo, ha echado mano de una reforma de la ley y está dispuesto a que la policía reparta estopa a diestro y siniestro, bueno, más a siniestro, para qué nos vamos a engañar, y esto me produce una sensación de enfado y estupor. si hasta ahora no podían hacerlo, (y hay un muerto y un herido de bala de goma emitida por las fuerzas de defensa de los poderosos, digo de la seguridad del estado, hace un par de días), ahora que van a tener permiso...
bueno, jóvenes de hoy día, os va llegando la oportunidad de emular a vuestros mayores, (entendido sea aquellos de vuestros mayores que lucharon contra la dictadura, que fueron pocos aunque ahora se apunten todos), para defenderos de los atropellos que estais sufriendo y y vais a sufrir.
espero que sepais reaccionar a tiempo porque entrenados no estais, desde luego, como papi y mami lo hicieron por vosotros...
pues nada, ahora papi y mami son muy mayores para andar organizando manis ilegalizadas y toca hacerlo a la juventud.
cosas veredes.