la pesca del salmón en yemen es una comedia romántica que tiene su gracia y una indiscutible elegancia a lo british. si se hubiera rodado hace 40 años, hasta hubiera sido presentable, pero a estas alturas...
la historia:
por razones de altísima política que nos llevan al mismísimo afganistán, un investigador tan borde como pasmado se ve involucrado en un proyecto a todas luces estrafalario, sufragado caprichosamente por un jeque árabe que vive en escocia y que de tal manera se ha aficionado el hombre a la pesca del salmón, que quiere implantarlo en el desértico yemen.
en medio hay una chica de la que no sabemos sus habilidades pero que ahí está, oye. también ella de una pureza acrisolada.
y, por fin, uno malo, bueno, una mala. durante toda la peli esperas su aparición para respirar un poco de honesty.
durante los primeros minutos del film, se deshacen los previsibles conflictos entre el jeque, la chica y el chico, y el resto del metraje es una sucesión de tontunas, caídas de párpados, momentos de nobleza, heroismo inexplicable y entusiasmo juvenil, para llegar a un final más bobo que zapatero y más aburrido que rajoy.
el director: lasse hallström (mi vida como un perro, la casa de los espíritus, la de la sidra...)
los actores: muy bien, gracias.
los personajes:
-el investigador, ewan mc gregor, una especie de cary grant en la fiera de su niña. un caballero español, digo inglés, digo escocés, adorablemente despistado, tímido...pero valiente y decidido cuando hace falta, qué caray!
-la chica, lo siento, es que no conocemos su profesión, emily blunt, bueno, es que ella es ideal. moderna pero muy muy decorosa. lo único... que con la cara que tiene de comerse a los tíos por las patas, con esos ojos torvos... en fin, como ana belén haciendo de inocente o paco rabal de aristócrata, que no cuela.
-el jeque, amr waked, ese supuesto árabe riquísimo, que parece un gitano a punto de venderle la giralda a una americana, súper sensible a la cultura británica, que no a la suya, apuesto como salahadin y, por lo visto, sin sentido del ridículo, porque hay que carecer de él para vestir a los moros de su corte con faldas y a lo loco, en serio. y creyente, eso sí, muy creyente. esto último es lo que menos me extraña, la verdad, porque dirá para sus adentros, joder, con lo inútil y tonto que soy y vivo como un rajá, algo tiene que haber...
-la responsable de la oficina de imagen del premier británico es lo más salado de la peli. no sólo porque kristin scott thomas es estupenda siempre, sino porque es la única que no provoca un coma diabético con su personaje. es lista, amoral, o sea, inmoral, cínica, directa y divertida. pero sale poco. su responsabilidad es política y mediática, muy real, como sabemos. y, sobre todo, no se pasa la peli haciendo estampas.
bueno, si no sueles analizar y tienes un espíritu ingenuo, te va a gustar. si eres de los que dicen que van al cine a divertirse y no pensar, te estás definiendo tú mismo. quiero decir que a mí me suele parecer mucho más divertido pensar que no hacerlo, pero...
en fin, si aún no has cumplido 15 años, retiro todo lo anterior.