llegados a este punto y, ya todos con el culo al aire, vamos a decirnos las cositas medio claras:
no se puede ser progresista y comentar alegremente que se ha ido uno de putas.
no se puede ser demócrata y de derechas.
no se puede ser feminista y dejar que te mantengan.
no se puede ser revolucionario y millonario al mismo tiempo, aunque se sea cantante de rock.
no se puede ser satánica majestad y caballero del imperio británico.
no se puede ser sindicalista y no trabajar.
no se puede ser ídolo nacional y cotizar en otro país para no pagar impuestos en el tuyo.
no se puede ser de izquierdas y homófobo, machista, racista o clasista.
no se puede ser patriota y denostar o asfixiar la propia cultura popular.
no se puede ser aficionado a un deporte y aplaudir la derrota de tu contrario más que tu victoria.
no se puede ser comprometido y derrochón al mismo tiempo.
no se puede ser un buen hijo y seguir explotando a tu madre.
no se puede ser católico ni monárquico ¡ni de coña!
no se puede ser libre y esclavo de modas, costumbres...
no se puede ser consciente y consumista.
no se puede encender la luz sin que te importe cómo la consiguen para nosotros.
lo dicho, no se puede ser una cosa y su contraria.
y no se puede, esencialmente, porque las contradicciones abren las vías de agua con las que se nos neutraliza, aunque parezca bienestar.
*cuanto más te agachas más se te ve el culo es una inspirada sentencia de mi amiga blanca.