miércoles, 8 de agosto de 2012

el heróico país dormía la siesta...

todo el que haya leído en alguna ocasión la regenta recordará el insuperable comienzo:

la heróica ciudad dormía la siesta. el viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes...

esta novela es la hermana pequeña de las otras dos grandes obras del XIX sobre burguesas adúlteras, madame bovary y anna karenina. es la pequeña porque es la última. de hecho, la mayor la lleva 30 años y la segunda 10, y en españa, con ella da comienzo la novela realista que dejaría obsoleto al anterior movimiento literario, el romanticismo*.

pero sea por lo que fuere, la cosa es que un escritor español, leonés, creo, leopoldo alas, dejó una contundente imagen del país que le dolía tanto como a ortega, (como si se lo hubieran pisado, claro que... sí, se lo habían pisado), simbolizado por esa ciudad, vetusta, que duerme la siesta en la primera línea, y que da idea precisa e inmisericorde de la parálisis que venía abatiendo españa durante los últimos 3 siglos.

bueno, pues ha pasado otro siglo más y yo no me puedo quitar de la cabeza desde hace unos días que, como entonces (1883), también ahora el país viene sufriendo una miseria crónica, moral y material, observando entre impotentes e indiferentes el expolio de sus valores culturales y recursos naturales, y  resignándose, bajo el alcohol o el fútbol, a seguir soportando malos gobernantes y peores capitalistas.

me lo sigue pareciendo porque continúo viendo al pueblo adormecido y sólo despertado con el señuelo del patrioterismo más rancio, a los aristócratas mandándonos en plan guapo (esperanza, morenés, andreíta fabra...) y a los curas, más crecidos, cursis y pederastas que nunca.

hombre, es verdad que hace calor, pero no sé si eso justifica esa paradóijica hibernación que nos tiene pasmados desde hace tanto tiempo. las heroínas de flaubert y de tolstoi se suicidaron pero, si no lo llegan a hacer, podían haber presumido de cambios en sus sociedades, sin embargo, la nuestra, doña ana ozores, no se suicida ni nada, y así nos ha ido. ella siempre encontrará refugio en la iglesia.
igual es eso...

*movimiento pendular, como no podía ser de otra manera, dado que los hombres (lo siento, las mujeres no tenían entonces ni voz ni voto, literalmente) tienen memoria de mosquito, y en unos treinta años se les olvida todo aquello que dio lugar a lo que tienen y por eso quieren otra cosa. o sea, que el realismo sería sustituído por el modernismo, y había sustituído al romanticismo, que había sustituído al racionalismo, que había sustituído... uff.