pues sí que resulta tranquilizador el giro que van dando los nuevos mandatarios de los países norteafricanos emergidos de la primavera árabe, tan revolucionaria ella.
tanto libia como túnez, en medio de sus dictaduras, mantenían respecto de las mujeres posiciones progresistas. y ahora vienen los recién llegados y las revisan.
y, naturalmente, tales nuevas medidas son aupadas por las autoridades religiosas, mejor dicho, por los autoritarios religiosos.
países hasta hoy laicos imponen la ley religiosa sobre la sociedad civil de manos de barbudos "que no aman a las mujeres". no es un temor baladí. ha quedado perfectamente ilustrado en ejemplos de supuestas revoluciones que, como primera medida, se han llevado los derechos femeninos por delante.
no es tolerable que más de la mitad de la población mundial esté sometida a la otra casi mitad. si no ha sido tolerable nunca, lo de ahora es simplemente insostenible.
¿qué tenemos las mujeres para que seamos temidas de esta forma? ¿temen quizá los hombres (la mayoría, no todos) que darnos una situación de partida de igualdad, significaría su postergación?
o, ¿será quizá que desconfían de nosotras a la hora de mantener este terrible sistema político, por esencia contrario a nuestra propia esencia, la de dar vida?
¿tanto miedo les damos aquellas que los parimos, los cuidamos, los compadecemos, los amamos y los lloramos cuando mueren?
esta hegemonía masculina y dominante tiene que desaparecer. ya.