ayer leí un periódico. no lo hago muy a menudo, la verdad es que sólo cuando viajo al extranjero compro el periódico. bueno, pues ayer lo hice, de cabo a rabo, sólo me faltaron las esquelas, es que no había, pero sí había artículos de opinión, y, ni corta ni perezosa, me enfrasqué en el que escribía fernando savater.
qué pena de hombre, pocas veces he visto un ejercicio de respiración por la herida como el que se marcó el cada vez menos insigne filósofoescritorpolítico. claro que a él le da lo mismo porque lo que más le gusta en la vida son las carreras de caballos.
con la excusa de hablar de otro, george orwell, se fabrica un panegírico exculpatorio de todos aquéllos que habiendo militado en el lado de la justicia, se pasan con toda la impedimenta al otro bando, el de los privilegios, bajo la acusación de escasez de pureza o cualquier otra escasez de que, según ellos, adolecen sus antiguos correligionarios.
lo de que se pasan al otro bando lo digo yo, bueno, y lo demás también, pero es lo que da a entender que un tipo de izquierdas se dedique más a criticar a los suyos que a los enemigos políticos. claro que hay que ser crítico en todo momento con todo el mundo, pero la honradez dicta poner más énfasis en las faltas más graves y menos en las leves.
la excusa es que de la derecha se puede uno esperar cualquier cosa pero de la izquierda, no. y un jamón. es como si un médico dedicara sus esfuerzos a combatir las (inesperadas) varices en la pierna de un paciente que está entrando en shock. sálvese al enfermo y dedíquese luego a lo demás.
george orwell escribió el ultrafamoso "homage to catalonia", y no nos ha dejado la menor duda de que la pelea entre comunistas y anarquistas es una página triste de nuestra historia. pero no debería dejar de decirse, con la misma tozudez, que esa falta de armonía, o ese encarnizamiento o terquedad o estupidez altamente inoportunas, se produjeron como consecuencia de un golpe de estado de un generalote infame y asesino. porque cada vez que se omite eso, se miente y se distorsiona la historia. porque, también, cuando se actúa bajo presión se cometen muchos errores. porque, en definitiva, no hay que confundir, nunca, al agresor con la víctima. porque el agresor elige armas y la víctima sólo se defiende como puede.
pues ahí lo tienen a fernando savater, con la que está cayendo y el hombre aprovecha doble página del dominical del periódico más vendido para hablar del escritor británico que tanto se decepcionó del comunismo. a lo mejor tiene razón y la gran amenaza ahorita es el comunismo, pero a mí no me lo parecía, oiga.
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