miércoles, 20 de abril de 2011

como murakami pero más despacio

porque yo no corro, yo ando. soy andarina, andariega, andante, andorrera (esto sólo lo entienden en toledo), caminante, caminera etc
además de que no corro, no soy como murakami en otro montón de cosas pero como me he inspirado en él para escribir esto, lo cito. o sea, le echo morro pero lo reconozco.
empezaré diciendo que me encanta como escritor para terminar diciendo que la novela "de qué hablo cuando hablo de correr" es un pestiño mayúsculo. pero, oigan, no me hagan ningún caso, si es que pensaban hacérmelo, porque a todo el mundo con quien he comentado esto me ha dicho lo mismo, que es una novela para los que corren. !y un jamón! no va de eso pero, oyesss..


la cosa es que andar me pone, me pone contenta, me pone trascendente, me pone en forma, me pone los pies calientes... me hace pensar. lo mío con la caminata se parece a lo del personaje ese del tebeo que se metía en el cuarto de inventar y el tío inventaba algo. pues a mí me pasa con andar. me pongo a ello y me transformo en un ser que reflexiona, que filosofa, que toma decisiones, que llega a conclusiones, y además llega a donde iba, que no deja de tener su gracia.
lo de andar me gusta tanto que me escapo antes del trabajo para poder ir andando a casa, unos 10 km en línea recta, toda la castellana entera, como toronto entero, y de paso que camino tomo decisiones sobre un par de cosas que requerían concentración y tiempo. yo lo recomiendo mucho y
nueve de cada diez veces que me lo pregunto a mí misma, opino lo mismo
.

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