miércoles, 16 de marzo de 2011

ifigenia dormía

_ Venga, no seas pesada, date prisa...

Volví la cabeza para ver cómo le iba a mi hermana. No parecía irle muy bien pero la culpa era suya. Siempre se empeñaba en acompañarme en mis correrías y la mitad de las veces me las estropeaba. Si no podía correr tanto como yo era mejor que no viniera, pero no, ella tenía que insistir hasta que mi madre me obligaba a permitírselo. Yo solía limitarme a mirarla fijamente afinando mucho los ojos para mostrarle mi odio pero tengo que reconocer que mi hermanita me sostenía la mirada sin dificultad e incluso con cierta guasa. Así que esa mañana había decidirlo disuadirla de una vez por todas. Había llovido y la tierra intentaba desprenderse del agua que le sobraba haciéndola discurrir por múltiples canalillos espontáneos que surgían al menor desnivel. Así, nuestra carrera lo era también de obstáculos. La cara de mi hermana empezaba a ser un poema, estaba pálida y jadeaba. Yo no pensaba flaquear:

_ que se fastidie la tonta esta
_ espérame, por favor, no puedo respirar
_ pues no respires, y si no, no haber venido

Pero me detuve y la esperé.

Al día siguiente mi padre nos llevó a mi madre, a mi hermana y a mí al autobús de la ciudad para consultar con un médico muy bueno y muy caro que les habían recomendado a mis padres. Él no pudo acompañarnos porque los animales y la tierra no perdonan. Cuando llegamos, un taxi nos trasladó hasta la clínica que estaba muy cerca pero mi hermana no era capaz de caminar diez pasos. Una vez allí, la recepcionista nos examinó fríamente, pasó algunas hojas de su libreta y nos acusó:

_no están ustedes citados hasta dentro de una hora.
_ es que el autobús del pueblo sale muy temprano...

Yo observaba a mi madre cuya mansedumbre me sorprendía. Debía de estar asustada. Sostenía a mi hermana en brazos a pesar de que ya no era tan pequeña y estaba tan pálida como ella. La señorita era inmisericorde:

_ pues se van a aburrir de esperar, el doctor no está.

Horas después conseguimos entrar en el santuario. El médico famoso preguntó infinidad de cosas a mi madre, concertó por teléfono citas con otros especialistas, tomó notas e incluso llamó a una enfermera para que lo ayudara a examinar a mi hermana. Mi madre estaba realmente alarmada porque la cosa parecía seria. Cuando el eminente doctor mandó que desnudara a la niña y la tendiera sobre la camilla de reconocimiento, mi madre pidió alguna explicación. Galeno ni siquiera la miró. Continuó con sus análisis sin despegar los labios.
Yo no creo que vaya a olvidar nunca la expresión de mi madre. Junto al atávico miedo de perder a una hija había algo más que yo no sabía descifrar. Ella obedeció y desnudó a mi hermana de cintura para arriba. Entonces preguntó de nuevo. El médico se limitó a repetir que tendiera a la niña sobre la camilla. Mi madre insistió en saber qué pasaba, qué buscaban, qué se temían...
Como el vaso de la paciencia de los poderosos se colma enseguida, el afamado especialista explotó:

_ Oiga usted, señora. Limítese a seguir mis indicaciones o búsquese a otro médico para que vea a su hija.
_ Pero... ¿no puede usted decirme qué está buscando...? Yo quiero entender lo que le...

El rey de la medicina no daba crédito a tanta insolencia.

_ ¡fuera! ¡llévese usted a la niña fuera de aquí! ¡Vístala!

Un rayo de furia que oscureció la mirada de mi madre fue a incrustarse en los ojos del físico. Con lentitud avanzó hacia él llevando a mi desnuda hermanita delante como una víctima para el sacrificio. A menos de cincuenta centímetros del atónito médico, se detuvo:

_ Si usted no quiere tratar a mi hija en adelante, no lo haga, de todas formas yo no quiero. Pero hoy me mira a la niña... ¡Vaya, si me la mira ¡

La enfermera y yo nos miramos también. Pareció darse cuenta de que su equipo perdía sin remisión porque salió del despacho intentando que no se moviera un punto de aire. El médico bajó la cabeza. Alguien que no debió de ser él musitó:

_ Tiéndala ahí.

Recuerdo haber pasado todo el viaje de vuelta al pueblo absorto en el rostro de mi madre. Ifigenia dormía.

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