sábado, 26 de febrero de 2022

tanto odio


 Mélanie Laurent, la actriz y directora que no cree en la rivalidad |  Cultura | EL PAÍS

hay una actriz francesa llamada melanie laurent que ya va por su quinta película dirigida.

hoy he visto, por inspirada insistencia de una amiga, la que se titula el baile de las locas, basada en una novela del mismo título de victoria mas, y protagonizada mágicamente por la directora misma y un plantel coral de mujeres a cuya cabeza figura lou de laage.

como no he leído la novela ignoro si la adaptación cinematográfica es libre o fiel, pero tiendo a creer que se trata de lo primero, algunos rasgos me hacen pensar así, pero no tiene importancia. lo que sí la tiene es que laurent ha filmado uno de los testimonios más conseguidos del nivel de enajenación, represión y crueldad que hemos sufrido las mujeres occidentales durante toda la historia, y que ocurre precisamente durante el siglo XIX.

(sufragistas reclamando el voto femenino)

 

yerra quien piensa que la violencia hacia las mujeres (por parte de los hombres, naturalmente), ha ido de más a menos, es decir que en el siglo XIX era menor que en el anterior y éste menor que en el XVI y así sucesivamente.

no. la violencia contra las mujeres ha sufrido vaivenes coyunturales, pero difícilmente un siglo ha sido menos benévolo hacia nosotras que el que empieza en 1800. este siglo nos aplasta con el mismo rigor de siempre  pero además nos paraliza. ni las obreras, ni las burguesas, ni las aristócratas son jurídicamente personas, ninguna tiene derechos. 

en la Inglaterra victoriana que dominaba el mundo, las hermanas bronté y como ellas todas las de su rango, estaban obligadas a trabajar disimuladamente o perecer de hambre. a las mujeres no nos ha estado permitido estudiar, trabajar, mantenernos a nosotras mismas, tener negocios o procurarnos de ninguna manera la manutención. la que no era agraciada o simplemente no deseaba casarse pasaba la vida entera en un limbo de cuidados a sobrinos, tías o padres, en lo que de hecho se convertía en una espera interminable hasta la compasiva muerte. 

con la llegada del renacimiento, qué ironía, la persecución y asesinato de las mujeres se institucionaliza, así, las quemas de las llamadas brujas, la pérdida de los escasos medios de vida que todavía conservaban como el de matronas, curanderas, consejeras o artesanas, todos ellos usurpados por los hombres, va arrumbando a las mujeres hasta sólo quedarles lo que cínicamente los varones han llamado el oficio más viejo del mundo, la prostitución.

en este contexto delirante, la directora nos situa ante una joven inquieta intelectual y psicológicamente, cuyo comportamiento vital es causa permanente de escándalo entre sus amistades y de enfado por parte de su padre. a causa de eso, es encerrada en una institución para enfermas mentales, la mayor parte de las cuales estaban allí, no por perturbaciones psiquiátricas, sino por no acomodarse a las costumbres sociales de la época. costumbres tan inhabilitantes, costumbres que exigían de las mujeres tal pasividad y obediencia a los varones de la familia, que terminaban por provocar el encierro de las desdichadas.

la crueldad que se les dedicaba en esos centros es inaudita, sugerente del peligro o furia que provocaba en los hombres una iniciativa femenina, de la indignación varonil ante una mujer insumisa, creativa, alegre o independiente.

(camille claudel 1864-1943)

 Camille Claudel: «La sociedad me castigó por ser mujer y querer ser libre»  – Lecturas Sumergidas

la maravillosa escultora camille claudel fue encerrada por su hermano, el poeta ¡católico! paul claudel, con menos de 50 años en un hospital para enfermos mentales donde permaneció hasta su muerte 3 décadas después. ¿la causa? esculpía, esculpía desde niña y tenía un espíritu libre que ofendía profundamente a la sociedad de su tiempo. si alguien tiene la curiosidad de conocer la obra de esta artista se llevará las manos a la cabeza ante el talento que muestra.

Recreación de uno de los experimentos a los que Charcot sometía a las mujer internas en La Salpétriére

algo parecido a lo que sufrió camille claudel es lo que plasma laurent en el baile de las locas, mostrándonos a la joven eugenie encerrada en el hospital La Salpetrière, donde el prestigiosísimo neurólogo, doctor jean martin Charcot, experimentaba con las mujeres a su antojo, provocándoles terribles enfermedades y trastornos, en la creencia de que en realidad el "fallo esencial" de todas las desgraciadas que eran arrastradas a su establecimiento, se debía más que nada a su oposición a representar el papel que la sociedad les había adjudicado. les imponía, por lo tanto, terribles castigos que minaran su rebeldía.

los matices a la crudeza del relato lineal lo ponen las mujeres que rodean a eugenie, ninguna de ellas loca, incluídas la enfermera jefe y la celadora del pabellón de aislamiento. con estas mujeres y las relaciones que se establecen entre ellas nos es posible seguir el hilo de la, pese a todo, supervivencia de tantas, sometidas a tanto sufrimiento.

a tanto odio.

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