martes, 3 de noviembre de 2015

la catalina y el agua (I)


la catalina y el agua
(1)
No había manera de saber cómo ni cuándo, pero tan cierto como que cada día había de amanecer  era que un reguero de agua aparecía por debajo del portón de la Catalina y no paraba hasta el río. Pero no corría derecho como con prisas sino que el escueto curso igual se detenía junto a un obstáculo de piedrecitas hasta que las rodeaba dejándolas atrás, como caía en la trampa de un hoyo donde esperaba refuerzos para continuar su inevitable viaje con fuerza acumulada. En el descenso, la culebrilla acuosa podía tornarse iracunda y arramblar con los insectos disecados, reducidos a sólo cáscara ya, que encontraba a su paso, o empujar frívolamente un caramelo chupado y abandonado.
Sólo había un requisito inquebrantable en el proceder del agua y era llegar al río. En eso la Catalina era muy seria. Una vez abierto el grifo, el agua debía manar, correr y arrastrar, limpiando de esta manera no sabíamos qué. Como tampoco sabíamos desde cuándo duraba esa conducta. Se había hecho cosa natural que la Catalina viviera encerrada en su casa que en tiempos había sido de las mejores del pueblo aunque ya no querrían entrar en ella ni las bestias del campo, mirando por la ventana la subida del barranco como el que espera algo que no termina de pasar, y sólo abandonaba su puesto cuando los mecanismos de su mente se le enredaban en ponerse un velo negro de encaje y salir presurosa al camino de la iglesia aunque no fuera domingo ni sábado ni fiesta de guardar alguna y al encontrar el portón cerrado volviese desconcertada a casa; o cuando, como ya he dicho, daba en soltar el agua y dejar que todos compartiéramos con ella su desazón aunque la Catalina nunca dijo a ninguno lo que esperaba ni lo que pasaba por su vieja cabecita de loca perdida.

Sólo sabíamos que ese qué nos desazonaba como la liberaba a ella y eso nos constaba porque desaparecía de su puesto en la ventana un tiempo hasta que la pena se le volvía a agarrar al alma y tenía que abrir los grifos y liberarse.