sábado, 11 de enero de 2014

querer, querer siempre.

querer,
querer siempre,
querer con todas nuestras fuerzas.

sin romanticismos, acaramelamientos ni cuchi cuchis, con la única y sencilla fuerza total del mundo, con la absoluta potencia que nos da nuestro cuerpecillo vulnerable, con la ilusión desesperada de que tiene que ser ahora o nunca.

con el mandato ineludible de la profunda creencia de ser poseedores de un dios, de ser creadores como un dios, de encerrar en nuestro interior la diosa que se alimenta del rojo corazón.

brigitte reimann nació en alemania en 1933 y murió sólo 39 años después en berlín. vivió toda su vida en el lado socialista de alemania.
hermann henselmann fue un arquitecto de ascendencia judía que adquirió una enorme fama en la RDA, donde también vivió siempre. es el autor de la famosa avenida karl marx de berlín, de la torre de la televisión, de la casa del profesor...

la correspondencia entre estos dos artistas alemanes del este, con su diferencia de edad de casi 30 años, nos permite admirar las reflexiones atinadas y clarividentes de estos dos personajes.

pero sobre todo nos permiten observar la riqueza intelectual y la inquietud artística de los responsables del gasto público de este país socialista, y la honradez y el idealismo que movía a aquellas generaciones, tan absoluta como deliberadamente malentendidas desde los países occidentales.

la editorial errata naturae ha tenido el acierto de publicar "en la ciudad del mañana", el libro que cuenta esa relación epistolar entre el arquitecto y la escritora, traducido y comentado por ibon zubiaur
éste escribe en el prólogo:

"...pero las tensiones suelen resultar fecundas, y somos muchos los que pensamos, frente a la condena general decretada en los medios literarios del oeste tras la reunificación, que la RDA produjo autores más interesantes que la RFA."

brigitte reimann quería a su país, lo quería tanto que sin perder un ápice de lealtad hacia él, lo criticaba para mejorarlo. 

" la vida no consiste sólo en las ocho horas de jornada laboral..."
"durante un tiempo me pregunté si no sería yo de una sensibilidad exacerbada puesto que me deprimían las fachadas aburridas..."

preocupada por lo que pudieran ser las nuevas construcciones para la emergente población, dice:

"toda ciudad que ha crecido de manera natural tiene su propio aroma, su propio color, su arquitectura posee un encanto inconfundible..."

sin miedo a las posibles críticas preguntaba en la sesión de discusión del consejo nacional:

"¿se puede besar en hoyerswerda? parece ser que mi pregunta ha desencadenado un cruce de opiniones acerca de si besar es una ocupación grata y si la gente enamorada halla hasta en la más sobria de las calles un refugio para sus caricias..."






no puedo imaginarme a los responsables de urbanismo, actuales o pasados, al menos en nuestro mundo capitalista, discutiendo seriamente si nuestra arquitectura le permite a uno besarse con un mínimo de... de ... acompañamiento.





brigitte reimann murió muy joven porque un cáncer se la llevó por delante. 

mientras vivió, quiso, quiso siempre, quiso con todas sus fuerzas. 

¿se puede besar en españa?




1 comentario:

  1. Buenísima historia, como las que nos tiene acostumbrados Errata Naturae.

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