domingo, 11 de agosto de 2013

la naturaleza de un timo

no sientan pena, señores y señoras, por las víctimas de los timos.

confieso que no soy más virtuosa que la mayoría de los mortales, bueno, más que algunos sí, es difícil mantener el nivel, aunque no que la mayoría, peeeero....

¡a dios pongo por testigo de que si una vez soy víctima de un timo, aunque tenga que matar, mentir o robar, a dios pongo por testigo de que jamás iré a contárselo a la policía ni a nadie de nadie!

¿que por qué? porque el timo se basa en la condición codiciosa, envidiosa y poco caritativa de la supuesta víctima. digamos que lo perverso del timo es que, de no salir bien para el timador, sale bien para el timador suplente, que es la víctima.

el de la estampita es de los más ilustrativos: 
una mala persona intenta robarle una gruesa cantidad de dinero a un infeliz. 
que el infeliz se vuelva de pronto espabilado y sea él quien roba al otro no cambia las cosas. 
la víctima es en realidad un ladrón en grado de tentativa.

pero lo mejor es que las víctimas van a la comisaría y ponen una denuncia. ¡y se quedan tan tranquilas!

imagino que los policías toman nota por el qué dirán pero  no creo que busquen con mucho ahínco al que ha resultado el más listo de los dos sinvergüenzas que se disputaban la pasta. 

pues en cierto modo es lo mismo que le ha pasado a mucha gente que yo conozco, a otra mucha gente que tú conoces, a muchísimos de los que todos conocemos. 
estos angelitos, mientras los explotados eran personas de lugares lejanos, de otras razas y religiones, encontraban de lo más natural lucrarse con la explotación, y, si ésta requería una guerra, invasión o desastre humano... pues qué se le va a hacer.
ahora que los explotadores se han vuelto contra nosotros, estas excelentes personas encuentran que no hay derecho. tengo que reconocer que a mí me dan mucho asquito las excelentes personas.

por eso ruego todas las noches a mis diosas particulares, alguna de las cuales es varón, que no se pase esta crisis hasta que todos hayamos reflexionado mucho, nos hayamos vuelto mejores personas y tengamos claro que no queremos una situación como la anterior.

porque si no, somos simplemente timadores timados.
¡por favor, por favor...!