martes, 8 de enero de 2013

efecto matrix

yo sé que el hombre es un ser que se caracteriza por dudar de todo, incluso la mujer lo es, jeje, pero lo que no puedo entender es que se conviva tranquilamente con la falta de respuestas mientras se denuesta cualquier alternativa que se nos presenta.

es decir, si yo no tengo la respuesta sobre algo, es posible, sólo posible, no necesariamente probable, pero sí plausible, que ante la respuesta dada por alguien nos planteásemos la posibilidad, si se quiere sólo remotamente la probabilidad, de que ese alguien tenga razón.
como este galimatías no lo entiendo ni yo, voy a explicarme.

estos duros tiempos que nos han tocado vivir, bueno no sé si nos han tocado o alguien se lo ha propuesto y lo ha conseguido, son de mucho encontrarte gente de un pasar acomodado, profesión reconocida, status social medio alto, que trinan como jilgueros por las cosas tan feas que nos están haciendo los ultraliberales, también llamados allende los mares, neocons.

llenos de santa indignación, claman por la pérdida de derechos, por la deriva conservadora del estado llamado españa, por el aumento de la pobreza etc... a través de los medios a su alcance como por ejemplo  una conversación con amigos. 
a este tenor, suelen producirse momentos de dulcísima unión y coincidencia, de hermanamiento en nombre de la oposición a esa gente tan carca y criminal que nos está cambiando el signo de los tiempos pasados recientemente, por un signo simplemente de interrogación, exclamación e interjección.

pero se da que, cuando una, llevada del entusiasmo ante la revuelta, sube a lomos de la ola y echa por la boquita la retahila de consecuencias inherentes al sistema que nos domina, o sea, empieza a encadenar causas políticas y modelos económicos, y a llamar las cosas por su nombre, se produce un efecto matrix.

el efecto matrix, que como no he visto la peli me lo invento, considero que es que uno empiece a subirse por las paredes, camine sobre el techo y mediante una voltereta galáctica, se te sitúe a la espalda antes de lo que tardan los ojos en pestañear dos veces.

es decir, si se te ocurre señalar que lo que esta crisis muestra no es más que uno de los efectos del capitalismo, te miran de reojo. 
si, tenaz, añades que incluso antes de que nos robaran a nosotros, los mismos ladrones estaban robando a pueblos y naciones, sin pizca de aprensión, empiezan a fulminarte con la mirada y a decir que no con la cabeza, 
y si, loca total, porque te has vuelto loca del todo, exclamas que esos mismos poderes son los que están intentando que caiga el sistema socialista en venezuela o en ecuador... ah, entonces, amiga mía, se acabó. saltan sobre ti con el deseo, bien fascista por cierto, de silenciarte. ya no hay amistad, ni unión, ni hermanamiento, ni pollas. lo que quieren es QUE TE CALLES.

y yo me digo a mí misma, mi misma, ¿no sería más bonito que las conclusiones las sacaran ellos mismos? ¿que ellos mismos se preguntaran cómo se ha llegado a esto, en lugar de querer matar al que se lo cuenta?

por eso no me hago ilusiones. ahora trinan contra la crisis pero si un día se tratara de saltar a la trinchera, no me los encontraría en la mía. es decir, los tendría enfrente.


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