españa es diferente, pero tirando a peor.
ni en los más tristes delirios de cualquier pesimista español, aparece la realidad de lo que es nuestro país, de lo que han generado siglos y siglos de reyes traidores, de curas trabucaires y de nobleza disoluta.
al principio, la gente empieza normal, como en todas partes, su trabajillo, sus penitas del alma, sus alegrías... como diría rajoy, normal.
entonces, ¿qué pasa? ¿por qué nos va peor que a otros?
a ver, vayamos por partes. la comparación tiene que ser forzosamente con los países de nuestro entorno, ¿no?
está demostrado que en la prehistoria y edad antigua, por ejemplo, no había gran diferencia entre francia y españa, o, para no pecar de anacrónica, hispania.
si allí tenían cuevas pintadas, aquí, también.
si allí fundaron colonias los griegos, aquí, también.
si allí tuvieron dominio romano, aquí también.
si allí llegaron las oleadas de los pueblos del norte, aquí, también.
en fin, que pasamos la edad antigua con nota.
en la edad media a nosotros no nos tose nadie. de hecho, gracias a la presencia árabe en al andalus no se perdieron los saberes antiguos. desde nuestra península se insufló en europa todo el saber del momento, y gracias al oro musulmán... bueno, era de las minas del centro de áfrica pero los moros se lo quitaban y lo traían a iberia. pues eso, gracias al oro musulmán, también se insufló riqueza.
por culpa de esa misma presencia la gente aprende a luchar y a expoliar pero no a trabajar. ahora diríamos que trabajar no era una idea puesta en valor.
llegamos a la peligrosa edad moderna y ya la cosa va cambiando. los beneficios del islamismo en españa son ya dudosos. hay que elegir, o somos europeos o somos africanos, porque las dos religiones expansionistas tienen el territorio bien definido y separado, unos viven en europa, los otros en áfrica, excepto en españa. y españa se define, o sea, ganan los cristianos.
pues entonces, ya está.
no, no está, porque culturalmente la mitad de los españoles son distintos de la otra mitad, y aquí se gasta mucha energía en disimularlo y mucha sangre en defenderlo, y muchísimo dinero en demostrarles a los vecinos del norte nuestra inequívoca vocación europea. y porque la iglesia hunde sus fauces en este vulnerable país, y sus zarpas en nuestra economía. y no las saca si no es con tajada.
y no nos sirve de nada la invasión de américa ni las toneladas de metales preciosos que les quitamos a los indígenas americanos porque nuestra inveterada costumbre cainita nos ha traído reyes extranjeros que nos utilizan a los españoles como nosotros a los americanos y que se valen de los eclesiásticos para mantener a la sociedad ignorante y miedosa.
la cosa ya vira al negro en la edad contemporánea. ya estamos demasiado lejos de los demás. aún quedan oportunidades de acercarnos a la europa occidental pero son pocas. la traición de los señores las frustra dolorosamente. fernando VII, alfonso XIII, franco... felones, infames, asesinos...
yo estoy deseando que empiece otra edad a ver si tenemos más suerte.