domingo, 9 de octubre de 2011

alma de siervos

qué le pasa a nuestra sociedad. no conozco las demás pero a la nuestra le pasa algo, algo malo.

hace unos días se ha casado una duquesa. ya eso parece el comienzo de una novela del XIX, gente que pertenece a una clase que no se rige por las normas de los demás sino por sus particulares privilegios, es decir, legios privados, léase leyes para ellos solitos, que es lo que significa privilegio. ahora no es así aparentemente, en la práctica sigue siéndolo.

que el nuestro sea un país estructuralmente injusto, antiguo en el peor sentido, ancien regime, es decir, prerrevolucionario, no lo marca sólamente el hecho incontrovertible de la diferencia de rentas, derechos etc con respecto al entorno europeo, lo marca sobre todo el alma de siervos, de esclavos bien o mal pagados, que gasta el público, empequeñecido espiritualmente y seleccionado naturalmente por el terror soportado a lo largo de dolorosas y sangrientas derrotas.

la ausencia de dignidad de tanta gente resulta evidente con el espectáculo de una población que soporta  nuestra tasa de paro, que se resigna a ser expoliada, otra vez, de sus bienes comunes, que pone su autoestima en un equipo de fútbol o en correr con el coche, que aplaude a los corruptos y los vota, que jalea a una duquesa cuyo inconmesurable patrimonio y riquezas provienen del robo, saqueo y crimen. 

y es que tanto dineral no se gana trabajando, ni ella ni sus antepasados, sino conduciendo ejércitos u hordas sobre poblaciones a las que arrebataron derechos, tierras y vidas. así es como se han hecho ricos los ricos, y los que tanto los aplauden y los admiran no son más que gentuza que ha olvidado que no nos hace indignos la derrota sino el hecho de gritar que vivan las cadenas.

cómo se debe de reir toda su casta!

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