me pregunto muchas veces por la especie de síndrome de estokolmo que sufrimos los ciudadanos cuando votamos y volvemos a votar a los mismos que nos roban. porque una se da cuenta de que los políticos que roban, es a nosotros a quienes lo hacen, es decir, parte de nuestro sueldo se lo damos para que lo empleen en las cosas necesarias, sanidad, parques, institutos, transporte... y si ellos se lo guardan para su disfrute, nos lo están robando como si nos apuntaran con una pistola. si un ladrón te da un tirón del bolso, más vale que escape porque si lo coges le das una paliza. bien, si es un político, le vuelves a votar. ¿por qué?
porque españa es un estado de gente desmoralizada. en el doble sentido de la palabra.
desmoralizados porque nunca han triunfado los ideales de justicia o igualdad de oportunidades. un episodio tras otro, han sido los infames los que se han alzado con el triunfo y no han pagado jamás sus desmanes. hay apellidos en españa que se remontan a 600 años en el poder, por lo que la esperanza de que algo cambie se ha vuelto tan débil que se ha instalado la desmoralización en nosotros.
y desmoralizados también en el sentido ético, secundario a lo anterior. cuando no se puede contra alguien, se lo idealiza, se identifica uno con él. esto se llama identificación con el agresor.
casi mejor, el fútbol, ¿no?
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