viernes, 25 de marzo de 2011

mi inútil punto de vista

como sé que las relaciones entre hermanos son complejas, y provocan sentimientos enmarañados, ofrezco mi inútil punto de vista para que quede claro que todos estamos hechos un lío.

hija o hijo único: denostado por los demás debido a la envidia que les causa haber tenido a sus padres en exclusiva y que haya aprendido a hablar con gente que sabe hacerlo.

hija o hijo mayor: durante su época dorada es hija o hijo único y eso le marca. suele vivir con la creencia de que tiene algún tipo de responsabilidad familiar y casi nadie lo desengaña porque así se come él los marrones.

hijo o hija segunda: también llamado segundón o segundona, lo que es bastante explícito, se caracteriza porque aprende a hacer cabriolas muy pronto, prácticamente desde que se da cuenta de que a su lado tiene a alguien como él pero más listo, más alto, mayor...  en venganza, suele dar disgustos a sus padres.
con frecuencia va a parar a la cárcel o se hace artista.

hijo o hija tercera: si sus padres dejan de procrear después de su nacimiento, aun tiene alguna oportunidad como pequeña o pequeño. si no, la familia al completo, que tarda bastante en darse cuenta de su existencia, lo olvidarán enseguida. 
de mayor, tiende a desaparecer pero casi nunca lo buscan.

hijo cuarto o cuarta, o quinta... y última: pronto se da cuenta de que los caprichos y libertades que le conceden son debidos a que a todo el mundo le importa un pito su persona. entonces, suelen volverse rencorosos, pero como son muy ignorantes, suelen vengarse recordando a sus hermanos que serán los últimos en morirse.

en las familias con hijos de los dos sexos por lo menos, la cuenta hay que hacerla por separado:
hijo mayor, hija mayor,
hija segunda, hijo segundo
tercero, tercera
cuarta, cuarto...
a partir de ahí se aburren hasta las vacas.

sólo el primogénito del sexo que sea tiene un valor absoluto en sí mismo. los demás se lo tienen que currar.

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