Las sombras de tu cara
las sombras de tu cara
tienen formas huidizas
si enciendo un cigarrillo
e imagino tu rostro
de frescas redondeces,
de armonía perfecta.
Pero lo que yo adoro...
son tus terribles defectos,
tu egoísmo infinito,
tu apetito insaciable
de vida, de momentos,
de lágrimas saladas,
de narcóticas luces.
No me quieres,
me devoras
y te alimentas de mí.
Las sombras de tu cara
muestran todas las cosas
si enciendo un cigarrillo
y te busco entre el humo.
Para verte de noche
no hacen falta los ojos.
Porque lo que yo adoro...
!y, aún, lo que detesto,!
es tu fuerza inclemente
para decir que sí,
para negarte luego,
para volverme loca,
para tenerme siempre.
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