el novelista sudafricano john w. coetzee escribe raro, no es fácil de leer. sí lo es, y en grado sumo, para los que están acostumbrados a la literatura de calidad, o sea, muy pocos. para el resto de los lectores resulta aburrido y críptico. en esta novela, verano, además se empeña en resultar antipático, y creo que lo consigue. sin embargo, se trata de una lectura apasionante, un auténtico experimento de pseudoautobiografía. finge escribir la biografía del tal coetzee, utilizando para ello a algunos testigos de su vida. varias mujeres hablan de él, y él, por bocas de ellas. aparece como un amante ineficaz, un profesor distante, un hijo egoísta, un ser frustrante y frustado en definitiva.
consigue una obra con la apariencia de una sinceridad absoluta, más allá de todo humano deseo de aparecer bajo mejor luz, claro que todo es mentira, es ficción. peor aún, no sabemos qué lo es y qué no. interesantísima, me ha encantado, con perdón. la empecé el lunes y la terminé ayer. es corta.
"Desgracia", una obra maestra.
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