Hammurabi promulgó en el 1792 ac, un código en el que se plasmaron una serie de medidas legislativas y leyes que establecían el orden y la convivencia en Babilonia.
como podemos suponer, en cuanto a las mujeres, quedaba patente la dependencia de éstas de los hombres. lo que resulta novedoso y más interesante es que en dicho código se establecen pérdidas de derechos de que antes gozaban. es decir, este código quita derechos a las mujeres. y lo que se quita es que ya estaba.
esta es la primera cosa que me llamó la atención. las mujeres no hemos ido mejorando a través de los siglos. de hecho, si comparamos con el principio de las sociedades humanas, aún estamos por debajo en poder.
durante los siglos de la Grecia clásica, momento de la más alta expresión de justicia y democracia de la antigüedad, las mujeres aún temblaban de indignación..
y tanto era así que el poder masculino empleó todos sus recursos en que pareciera normal lo que no lo era.
así, los divinos dramaturgos del siglo V a.c., esquilo, sófocles y eurípides, por orden de intervención, se pusieron a la tarea de normativizar la sumisión femenina.
normativizar algo consiste en hacerlo normal. por ejemplo, en la actualidad está normativizada la violencia, es decir, sólo la puede ejercer quien está designado por el estado para hacerlo.
se puede normativizar cualquier cosa, y la prueba irrefutable de que las mujeres ni estaban contentas ni se habían acostumbrado a su estatus de inferioridad, es que los tres tenores, sirviendo con entusiasmo al poder, se pusieron manos a la obra para hacer normal lo que nunca lo había sido.
un ejemplo paradigmático es la obra La Orestíada, de Eurípides. su trama consiste en la venganza del joven orestes que acaba de asesinar a su madre. quedaos con esto, porque esto es lo que se juzga.
la razón estriba en que ella había matado a su esposo y padre del jovenzuelo, porque éste la había engañado haciéndola enviarle a su pequeña ifigenia para sacrificarla, y tener así suerte en la guerra.
pero la verdad es que eso es lo de menos.
lo de más es que un hijo levantaba el puñal contra su madre, y eso era normativizar el asesinato de una madre.
el caso pasa a juicio.
(la pintura muestra a las erinias o furias reprochando a orestes el asesinato de su madre.)
de parte de clitemnestra, y explicando el derecho de una madre a matar al asesino de su hija, las erinias, diosas primordiales, anteriores a los dioses olímplicos, con sus atuendos de serpientes, fuego, alas y lágrimas de sangre claman por el derecho de ella a su venganza, y por su horror ante el atrevimiento del joven de levantarle criminalmente la mano.
pero la cosa se pone imponente cuando del lado de orestes argumenta atenea, hija de zeus de cuya cabeza nació, es decir, nació de varón sin intervención de mujer.
los dioses del nuevo régimen absuelven a orestes.
las erinias se revuelven de horror y regresan al submundo de donde proceden, al ser hijas de Gea y Caos.
con esta obra queda normativizado el asesinato de mujeres a manos de aquellos que de ellas han nacido.
nada hay de natural en el sometimiento de las mujeres.