Despídete del día y de tenerme,
Envaina esa mirada codiciosa,
De posesión de esposo sobre esposa,
Pues nada hay mío ya que
quiera concederte.
Sabemos que perdimos hace tiempo
La ocasión de formar un todo alado
Ingrávido, feliz, aventurado
Mentido, como miente el linimento.
No me conoces, mi esencia se te escapa
Y se escapan del hierro las virutas
Que el golpe del herrero al filo estampa.
Y así, talladas en ígneas limaduras
Emergen esas leyes que nos mandan
De dolor componer
nuestra figura.
así que te gusta ensayar un clásico. sí, termino de vestirme, y salgo.
le hizo un gestito, una monería, y se enfrascó en cubrirse el párpado completamente de negro.