todo lo que he realizado antes de los sesenta años no es digno de ser tomado en consideración. hasta los sesenta y tres años no he comprendido la estructura de la naturaleza verdadera. los árboles, las plantas, los peces, los insectos. consecuentemente, a los ochenta años seguiré progresando. desentrañaré el misterio de las cosas. a los cien habré alcanzado el grado de lo maravilloso, y, cuando cumpla ciento diez años, en mi obra, sea una línea, sea un punto, todo estará vivo.
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