En muy pocos países se vive el
feminismo con la pasión con que se vive aquí. Podemos estar hablando durante
semanas de una frase dicha por cualquiera, un director de cine, una ministra,
un peluquero, un cura, una ganadera o una economista, si alguien ha considerado
que había materia. Y es genial que pase esto y ojalá pasara en todo el mundo. Vamos
juntas y vamos deprisa hacia… ¿dónde?
Y ahí derrapamos.
Llevamos tanto tiempo enajenadas,
alienadas, ajenadas, desentrañadas, extrañadas, que ya no nos acordamos de cómo
éramos. Y aunque nos acordáramos ya no tendría sentido volver a aquello porque
el mundo mientras tanto se ha movido, ha cambiado, tampoco el varón es el que
era, ¿o quizá sí?
Quizá las mujeres podamos inventarnos, empezar a ser desde el
no ser social que no hemos sido.
Quizá habría que hacer un esfuerzo por
rescatar lo que quede de aquella esencia que se reprimió hasta hacerla
desaparecer del ámbito social, incluso privado.
Quizá habría que rastrear lo
que fuimos a partir de lo que somos, no para volverlo actual sino para
discernir entre lo que somos, lo que queremos ser, lo que otros quieren que
seamos y en lo que puede convenir que nos convirtamos.
Hay razones que se contraponen
entre distintas posturas feministas y muchas son buenas razones, unas
escandalizan a las otras, algunas pueden convivir y otras se anulan, y de todas
ellas deberíamos salvar las que nos hacen avanzar sin dejar tras de ellas la
tierra calcinada, sin que propongan panoramas de irreversibilidad.
En otro momento diré cuál es mi
postura y mi opinión, de momento lo único que quiero es meterme un rato en la
piel de las que no piensan como yo a ver si extraigo de ahí algo que mi
perspectiva no me ha dejado ver hasta ahora.
Pero me gustaría avisar de una
cosa, las mujeres somos un inmenso potencial, no es baladí la cuestión de en
qué queremos devenir, los defensores del patriarcado no van a asistir expectantes
a lo que, de triunfar, lo enterraría.
Porque la humanidad se juega mucho en
esto.
Todos somos mujeres, por defecto.*
*Debo advertir de que hay quien lo
discute.